La diversidad como fortaleza: la visión del embajador de Canadá en Argentina

Por Silvina Alonso
El embajador canadiense Stewart Wheeler cuenta cómo la perspectiva de diversidad, equidad e inclusión caracteriza las relaciones internacionales de Canadá y comparte su experiencia personal como diplomático abiertamente gay. En la conversación con Diversa Noticias también participó el consejo político de la Embajada, Jonathan Sauvé.
La diplomacia suele asociarse con formalidades rigurosas y objetivos geopolíticos. Sin embargo, hay una dimensión cuyo valor no siempre se pondera adecuadamente: el puente con la sociedad civil. Este lazo resulta esencial para la promoción de los derechos humanos, la cooperación en educación, ciencia e innovación, o la generación de espacios seguros para minorías que buscan visibilidad e igualdad.
La Embajada de Canadá en Argentina viene fortaleciendo ese vínculo con un enfoque de diversidad, equidad e inclusión, que atraviesa el trabajo de intercambio y colaboración con organizaciones sociales, universidades y cámaras empresariales. También participa de iniciativas multilaterales como la Red de Diplomáticos por la Igualdad, que emitió una declaración de apoyo a las personas LGBTIQ+ previo a la Marcha del Orgullo 2024.
En conversación con Diversa Noticias, el embajador Stewart Wheeler resaltó que desde hace muchos años la diversidad es vista “como una fortaleza” para las políticas canadienses y advirtió que en el campo de los derechos el “progreso no es lineal”, por lo que hay que seguir trabajando por mantenerlos y ampliarlos. Además, junto con el consejero político de la Embajada, Jonathan Sauvé, destacaron la importancia de desarrollar una diplomacia pública.
– ¿Por qué la diversidad y la inclusión forman parte de las prioridades de la Embajada?
-Embajador: El enfoque de diversidad, equidad e inclusión es eje en nuestro trabajo de derechos humanos, que forma parte fundamental de la política exterior. Pero también es una reflexión de quiénes somos o de los valores que tenemos en Canadá. Es una manera de hacer lo que estamos diciendo: si en Canadá las cosas son así, ¿por qué no esperaríamos también crear un mundo donde eso podría ser realidad para todos?
El Comité de Gestión de esta Embajada refleja la mayor diversidad que yo he visto en mi carrera. Somos 50% LGBT y 50% mujeres. Es un orgullo poder decirlo y que eso nos ayude para que nuestros resultados sean mejores. Las conversaciones alrededor de la mesa son más ricas, tienen más perspectiva, diferentes puntos de vista y diferentes vidas vividas. Por eso, creo que más que un lema político o un eslogan, la diversidad nos puede hacer más fuerte como organización.
– ¿Esta particularidad se da en otras embajadas de Canadá en el mundo?
-Embajador: En 2015, cuando llegó al poder nuestro anterior primer ministro, (Justin) Trudeau, por primera vez el gabinete federal tuvo 50% de mujeres. Una persona de la prensa le preguntó por qué era importante haber nombrado 50% de mujeres y dijo simplemente porque era 2015. Era obvio, lógico.
Siempre hemos estado enfocados en el progreso de la sociedad, mucho más abiertos a las mujeres en el trabajo, abiertos para la comunidad LGTBQ, etc; pero era un momento para decir: “Tenemos que mirar cuáles son las barreras invisibles dentro, que no estamos pensando”.
Desde que Jonathan y yo llegamos al ministerio, cada año hay más mujeres que hombres entrando en el Servicio Exterior. Fueron siempre 52 o 54% mujeres. ¿Por qué hace 20 o 25 años, cuando comenzó mi carrera, solamente el 25% de embajadores o jefes de misión eran mujeres? Había algo que era más sistémico, más invisible, barreras de la manera en que se hacían las cosas. Entonces, se hizo un análisis GBA+ (NdE: basado en género y con un enfoque interseccional) de todas las políticas públicas canadienses para aprovechar la diversidad que ya existía. Ahora, tenemos un 50% o un poco más de embajadas que están lideradas por mujeres. Hay comités de gestión con mayoría o con mitad y mitad. Y ésta es la primera embajada, en la que he estado, donde la mitad del comité de gestión es de la comunidad LGBT. Me gustaría pensar que eso algún día no será notable.
– Que no preguntemos por qué es importante…
-Embajador: Cuando trabajaba como secretario de prensa de una Gobernadora General (NdE: Jefa de Estado de Canadá y representante de la Monarquía) que vino hace 25 años a la Argentina, alguien le preguntó si no era notable que fuera la tercera mujer en ser Gobernadora General entre los 26 que había tenido Canadá. Y ella dijo: “No, no es notable. Será notable cuando sea la tercera seguida y que no haya habido hombres en 20 años. Pregúnteme entonces si es notable, porque antes de eso fueron 70 años sin una mujer en la Jefatura del Estado”.
-Consejero Político: Tenemos un sistema bien establecido en el Ministerio para ayudar y apoyar a grupos diferentes. Por ejemplo, el embajador fue LGBTQ+ Champion, tenemos el Pride Network, tenemos representantes para minorías visibles y para pueblos indígenas, etc.
-Embajador: Eso viene de una política específica. El gobierno de Justin Trudeau quiso que todos los ministerios tengan un Consejo de Diversidad e Inclusión. Para nosotros fue el Consejo Viceministerial de Diversidad, Inclusión y Equidad. Ha habido asociaciones de empleados de esos grupos, pero muchas veces no tenían el oído del viceministro o de la alta gestión. Entonces, el viceministro o la viceministra decía: “Tenemos que tener un consejo de altos cargos del Ministerio donde pueda escuchar, porque si hay algo que tenemos que trabajar o cambiar, alguien tiene que venir y tocar en mi puerta y un grupo de empleados quizá no se atreve y necesita un poco de consejo sobre cómo avanzar”. Fue una cuestión sistémica, sobre trabajar con los programas que teníamos o inventar nuevas maneras de mirar las cosas. Fue para cambiar la cultura.

-Consejero: Como somos empleados con rotaciones, tenemos la oportunidad de llevar con nosotros un cambio positivo cada vez que empezamos una nueva asignación. Por ejemplo, es la tercera vez que estoy involucrado en la creación de una Red de Diplomáticos por la igualdad: en 2017 en Austria, en 2022 en Londres y ahora por primera vez en América del Sur.
-Embajador: Es parte de la definición de los derechos humanos que estamos intentando promover en el mundo como parte de la política exterior: Canadá se ha hecho mucho más visible y vocal en todo el mundo sobre esos temas. Hay que mirar la situación en cada sitio, pero si la Embajada ya tiene esa apertura se acerca mejor a la comunidad local para entender cuáles son los retos, cuáles son los desafíos, en qué podemos acompañar, en qué podemos trabajar juntos.
-Consejero: Nuestra red de Embajadas y Consulados siempre está disponible para trabajar con la comunidad local. Es un espacio seguro para que las organizaciones puedan tener una reunión, organizar un panel, una charla.
– El año pasado, participaron de la declaración firmada por 30 embajadas en apoyo a la comunidad LGBTQ+. ¿La Red tiene previsto hacer nuevas manifestaciones o actividad públicas?
-Consejero: La declaración conjunta de la Red de Diplomáticos por la Igualdad no solo fue importante para las embajadas, sino que un año después escuchamos todavía la gratitud de la comunidad, de las organizaciones, de la sociedad civil. Este año, ya tuvimos la primera reunión en la Embajada de España y estamos analizando qué haremos para el día de la Marcha del Orgullo 2025. También vamos a ver a la Red activa en otros ámbitos que hacen a la promoción de la igualdad.
-Embajador: Creo que en la comunidad de embajadas hay un fuerte deseo de seguir acompañando a la sociedad argentina y construir sobre lo que lo que se empezó en el pasado.
-En cuanto a la sociedad civil, ¿cuáles son las actividades que desarrollan en alianza con las organizaciones?
Embajador: A través de nuestro Fondo para Iniciativas locales, estamos financiando proyectos de varios grupos. Trabajamos en conjunto con Australia y Nueva Zelanda y así llegamos a una comunidad más amplia. También mantenemos relaciones con otros grupos de la sociedad civil: apoyando, acompañando, dando espacios para eventos.

Hay una perspectiva de inclusión y diversidad en todo lo que hacemos. En comercio, tenemos una fuerte política de diversificación y trabajamos para el comercio inclusivo. Por ejemplo, estuvimos en el GnetWork360, organizado por la Cámara de Comercio LGTBQ de Argentina, y nuestro ministro de Comercio anterior organizó misiones para abrir nuevos mercados con empresas LGBTQ+ y lideradas por mujeres. También se está trabajando en fomentar lazos de comercio indígena entre diferentes países. Eso es parte del ADN de nuestro servicio comercial.
En cuanto a Inmigración, tenemos un flujo de refugiados que quieren venir a Canadá porque están en peligro por amenazas a la comunidad LGTBQ. Ocurre en muchas partes del mundo y hay una red de sociedad civil canadiense que está ayudando y trabajando con nuestro Ministerio de Inmigración y Refugiados para asegurar que lleguen a Canadá.
A través del Centro de Investigación para el Desarrollo canadiense, que tiene cinco sedes regionales (una de ellas en Montevideo), se está apoyando la investigación científica en todas las Américas, incluido muchos centros y universidades de Argentina. Recientemente visité la Fundación Huésped, donde han tenido inversión para una serie de estudios sobre HIV y Salud Pública comunitaria en poblaciones vulnerables.
-Consejero: En el caso específico de esta Embajada, en este año hemos trabajado con la Federación Argentina LGBT, la Fundación Mujeres en Igualdad, Derechos Humanos y Diversidad, Zona e Igualdad, Conectando Derechos, Mocha Celis, la Asociación Familias Diversas. Hay una lista larga de organizaciones de la sociedad civil con las que trabajamos y tenemos eventos aquí. Desde el Fondo Canadá, podemos financiar o apoyar con un importe económico los proyectos.
Al ser Canadá y Argentina dos federaciones, se puede trabajar de nivel nacional a nivel nacional o nivel nacional con nivel provincial. Ahora tenemos un proyecto con el Ministerio de Mujeres y Diversidades de la provincia de Buenos Aires.
Somos un equipo bastante pequeño, pero es importante para nosotros estar disponibles y poder acompañar de todas las maneras posibles.
-Justamente sobre ese equipo interno, la Embajada fue reconocida este año por HRC Equidad Argentina (Equidad AR) por tener un entorno laboral inclusivo.
-Embajador: Este año fue la primera vez que el Informe fue abierto a organismos públicos y embajadas, no solamente a empresas. Fuimos reconocidos junto con la Embajada de Francia. Esta distinción es decir al mundo que no solamente estamos hablando de eso, sino que lo estamos poniendo en práctica. Acá estamos construyendo un entorno laboral donde todos pueden sentirse cómodos, abiertos, reconocidos y valorizados.

-Consejero: Fue un orgullo recibir la certificación. Para apoyar y fortalecer la diversidad en la Embajada, tenemos capacitaciones para los empleados y, entre otras cosas, una política para apoyar a empleados de la comunidad trans en su proceso de transición de género
– ¿Qué desafíos plantea trabajar esta temática de la diversidad, equidad e inclusión en el ámbito diplomático?
-Embajador: En el ámbito de la inclusión y diversidad, pero podríamos decir en muchos campos de derechos, el progreso no es lineal, no es siempre “hemos logrado esto, seguimos para arriba”. Es un mundo lleno de sociedades democráticas que van a diferentes velocidades. Hay una diversidad de diversidades y de esfuerzos y de logros. Siempre hay que tener eso en mente. Hay que luchar y celebrar lo que lo que hemos logrado, pero nunca hay que parar y pensar que ya hemos hecho todo porque no es seguro que seguirá, ni que se sienta igualmente en todos los ámbitos de una sociedad.
En el mundo diplomático, hay que trabajar estos temas de la manera que más ayude en la coyuntura del país donde uno esté. Va a ser abriendo espacios, no criticando un gobierno porque eso no es nuestro papel. Pero podemos ayudar mucho a una sociedad civil a tener espacios seguros, a tener la posibilidad de verse entre sí, de aprender de nuestras experiencias.
-Consejero: En el contexto de los desafíos actuales, la declaración de Diplomáticos por la Igualdad fue un aporte muy significativo para las organizaciones de la comunidad LGBTQ+.
– Precisamente en un momento donde hay narrativas que están atacando o paralizando la agenda DEI, ¿sienten que hay mayor demanda de apoyo por parte de la Embajada?
-Consejero: Con nuestro Fondo Canadá para iniciativas locales podemos financiar anualmente de 12 a 15 proyectos, más o menos. El año pasado, recibimos 1.117 propuestas sobre temas diferentes como la igualdad de género, derechos humanos, el apoyo a las mujeres y las niñas, el desarrollo sostenible, el medio ambiente. No solo por temas de diversidad, pero fueron casi 1.200 propuestas en comparación con 800 del año anterior.
-Embajador: Hay varios factores también. Fue el primer año que lo hicimos con Nueva Zelanda y Australia, entonces llegamos a círculos que ellos conocían y que nosotros no. También se dio el retroceso del USAID como fuente de fondos para muchos proyectos, así como de otros países. No es solamente Estados Unidos el que está recortando presupuestos en ese ámbito.
Lo de los fondos y los proyectos cambia cada año, pero lo que permite es construir comunidad. Una manera de construir un poco un diálogo entre organizaciones para ver cómo puedan apoyarse y trabajar juntos, en un momento en que están enfrentando desafíos importantes.
Estamos aquí como huésped en un país soberano, no para decir cómo deberían organizar su sociedad. Pero lo que lo que tenemos a través de décadas de relaciones construidas son puentes entre las sociedades, valores comunes. El mundo antiguo de la diplomacia, donde una embajada hablaba solamente con la Cancillería, ya no existe. Tenemos relaciones también con el Congreso, con el ámbito financiero, con los empresarios, con la sociedad civil, con las universidades. Estamos para acompañar, para forma parte de una conversación que mejor aporte a la Argentina.
Diplomacia y diversidad en primera persona
El camino transitado por Stewart Wheeler en el mundo diplomático es un claro reflejo de los vaivenes que las sociedades han tenido hacia el reconocimiento de las diversidades. Y también lo que resta por hacer.
Con casi tres décadas en el Servicio Exterior de Canadá, recuerda que la primera vez que fue destinado en Washington su propio gobierno todavía no daba reconocimiento diplomático a su pareja. Cuando pasó por Londres, tampoco el gobierno británico lo hizo a pesar de que en Inglaterra estaba legalizado el matrimonio igualitario. Ellos hacía varios años que convivían, pero sin casarse.
En Colombia, sí reconocieron a su pareja con todos los derechos diplomáticos. Y, previo a llegar a la Argentina, cumplió funciones en India, donde hace solamente siete años se despenalizó la homosexualidad aunque en dicha cultura hace miles de años existen las hijras, personas no binarias.
Cuando estuvo al frente de la sede diplomática de Islandia, de 2012 a 2016, se convirtió en el primer embajador abiertamente gay que haya presentado credenciales ante un gobierno liderado por una jefa de gobierno abiertamente gay, Jóhanna Sigurðardóttir.
En diciembre de 2024, comenzó su misión en Argentina donde encuentra varias similitudes con su nación. Países en las antípodas de las Américas, con distancias geográficas enormes, muchos recursos naturales y una gran historia de inmigración; estructuras políticas de carácter federal, vecinos poderosos y hasta dos famosos depredadores mayores que el hombre: el oso y el puma. “En cierta manera, es muy familiar”, asegura, “eso nos ayuda a celebrar lo cultural, que es nuevo”.
