Una mirada crítica sobre la masculinidad hegemónica

Comienza la quinta edición de “Masculinidades críticas. Un abordaje desde el territorio”, un curso de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Sebastián Zoroastro, coordinador pedagógico, conversó con Diversa sobre la formación y la importancia de que los varones tomen un rol activo en promover la equidad e inclusión en ámbitos laborales.

¿Por qué desde el curso consideran importante la capacitación en la construcción de una mirada crítica sobre la masculinidad hegemónica?

Creemos que es fundamental ofrecer herramientas teóricas y de intervención para desarrollar una mirada crítica sobre la masculinidad hegemónica. Muchas de las exigencias para ser reconocidos como «verdaderos» varones se basan en prácticas violentas hacia nosotros mismos, como la falta de autocuidado, así como en la competencia violenta entre pares y la necesidad de dominar en nuestras relaciones con mujeres y personas de la diversidad. Mantener un pacto de silencio frente a comportamientos despectivos, comentarios homofóbicos o actos de violencia por parte de colegas, amigos o familiares refuerza estos mandatos.

Además, la constante necesidad de demostrar fortaleza y éxito es una carga que perpetúa la masculinidad hegemónica. Un ejemplo claro de estas dinámicas son los rituales de iniciación en el deporte. Desnaturalizar estos mandatos es imprescindible para cuestionar estas prácticas y que los varones tomemos un rol activo en promover la inclusión y la igualdad.

El curso se propone problematizar las violencias y los privilegios que tienen en su base las relaciones de género. ¿Cómo ven que se manifiestan este tipo de prácticas en el ámbito laboral?

Uno de los ejes centrales del curso es incorporar la categoría de “territorio” al análisis de las desigualdades de género. El director del curso, Carlos Jiménez señala que el territorio es el escenario del ámbito de la producción y la reproducción de la estructura social. Esto significa que no solo se refiere a un lugar físico, sino a las relaciones de poder que se establecen en esos ámbitos. Dado que dedicamos una gran parte de nuestra vida al trabajo, es allí donde aprendemos lo que se espera de nosotros y cómo ser varones.

El trabajo es un espacio crucial de socialización masculina, donde los vínculos con colegas determinan nuestras conductas y actitudes. Las normas que impone la organización juegan un papel fundamental en la promoción de la igualdad y la no violencia. En el ámbito laboral, las violencias y privilegios se manifiestan de diversas maneras, como chistes sexistas durante los almuerzos y rumores que desvalorizan las capacidades y logros de las colaboradoras. Aunque muchos no estemos de acuerdo con estas actitudes, a menudo guardamos silencio, lo que puede considerarse complicidad y perpetúa estas prácticas.

Además, la falta de compromiso en revisar nuestros privilegios, como ser mayoría en los espacios de gerenciamiento y decisión o no reconocer la desigualdad en la distribución de las tareas de cuidado, impacta directamente en las carreras laborales de las mujeres. Al problematizar estas dinámicas, los varones no solo podemos participar más en la vida familiar, sino que también contribuimos a crear ambientes laborales propicios para que todos puedan desarrollar sus carreras profesionales.

¿En qué medida desarrollar una mirada crítica sobre la masculinidad hegemónica puede ser beneficioso para los espacios de trabajo, empresas y organizaciones?

El tercer eje del curso es desarrollar un proyecto de intervención que incluya a las masculinidades como sujetos directos para lograr mayor igualdad de género y prevenir violencias machistas. En las cuatro ediciones anteriores del curso, varios proyectos han abordado el mundo del trabajo y las organizaciones.

Estos proyectos se han centrado en temas como el mandato del riesgo como valor positivo de masculinidad hegemónica, que afecta el autocuidado y la seguridad en los espacios laborales, así como en la inclusión de varones en las tareas de cuidado mediante propuestas de ampliación de licencias y abordajes integrales sobre las violencias hacia mujeres y diversidades.

Estas iniciativas buscan ir más allá del mero castigo, permitiendo a los varones reflexionar sobre sus comportamientos. Al desarrollar una mirada crítica sobre la masculinidad hegemónica, podemos ser agentes de cambio y fomentar ambientes de trabajo más inclusivos, justos y libres de violencia, beneficiando a todas las personas en la organización.

Sobre el curso:

  • Modalidad: virtual sincrónico
  • Inicio: 05/09/2024.
  • Duración: 12 encuentros semanales.
  • Arancelado (consultar becas)
  • Los ejes que se trabajan son:
  • Introducción a la perspectiva de géneros desde la construcción de las masculinidades.
  • Los varones y el territorio: políticas, instituciones y vínculos (salud, cuidados, paternidad, política pública, trabajo, espacios de sociabilidad masculina, discursos de resistencia (backlash).
  • Abordajes y experiencias para el trabajo con varones y apoyo en el armado de un proyecto de intervención territorial.
  • Inscripciones aquí (hasta el 19/8).