Romper las barreras: formación en liderazgo para personas con discapacidad

Por Stephanie Simonetta

Paola Jelonche, directora de Fundación Visibilia, cuenta sobre la formación de líderes que desarrollaron para personas con discapacidad y explica las principales barreras que este colectivo encuentra para crecer en sus trabajos y por qué este tipo de capacitaciones son tan importantes.

Cara a cara entre líderes

“Nadie nace líder, los liderazgos se construyen. Y para eso tenés que dar las herramientas de apoyo” afirma Jelonche. Así, en Fundación Visibilia trabajan desde hace 10 años en los liderazgos en primera persona: “En general hay otras personas que hablan por las personas con discapacidad intelectual, hay sustitución de voluntad. Hay que aprender a escuchar la voz propia” apunta.

Es por eso que desarrollaron un curso que ofrece una formación completa en liderazgo y derechos para personas con discapacidad intelectual y psicosocial. Además de facilitar el desarrollo de la voz propia, la capacitación se enfoca en la representación de pares y la toma de decisiones y acciones para la inclusión y participación plenas.

“La primera parte de la formación es un encuentro cara a cara entre líderes. Porque las personas con discapacidad que se inscriben son líderes o semilleros de líderes, una de ellas por ejemplo, ya dio cinco discursos en la ONU. En el primer encuentro va a venir Juan Carr y en el segundo Carolina Stanley, que está al frente del Ministerio Público Tutelar, que garantiza los derechos de esta población. Hablamos de derechos con quienes nos defienden” detalla la directora de Visibilia y destaca: “Para nosotros es importante que hablemos como pares, romper las barreras y que aprendan desde los dos lados. No hacemos cosas para las personas con discapacidad, las hacemos con las personas con discapacidad: el liderazgo es conjunto”.

Durante la segunda parte de cada encuentro, el equipo de la fundación retomará los distintos temas teóricos abordados y propondrá ejercicios prácticos. Además, la organización se encargará de realizar seguimiento a los participantes.

Para desarrollar el curso, Visibilia se presentó al Programa de fortalecimiento a las organizaciones de la sociedad civil del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Contaron para eso con la Comisión de Discapacidad de la Ciudad (COPIDIS) y el Observatorio de Discapacidad del Consejo de la Magistratura de la Ciudad como aliados estratégicos.

Escuchar, incluir, respetar

Las barreras actitudinales y comunicacionales están a lo largo de todo el camino laboral de las personas con discapacidad intelectual. Entonces, ¿qué pueden hacer las empresas y organizaciones para contribuir a derribarlas?

Visibilia participó, junto a varios organismos a nivel internacional, del armado de la Guía Escuchar Incluir Respetar, que ayuda a las organizaciones a comprender lo que deben hacer para asegurar que las personas con discapacidad intelectual estén incluidas en su trabajo: “Muchas empresas quieren ser inclusivas y no saben cómo. No vas a ser inclusivo de un día para el otro. Esta guía es un paso a paso de cómo podés empezar. Ahí vos decís, por ejemplo, la próxima reunión de equipo va a ser inclusiva y nosotros te ofrecemos el machete para el durante, el después, etc.” detalla Jelonche y aclara: “Hay que elegir los baby steps: por ahí no podés hacer todo lo que dice el listado. No importa, todo suma y va sumando de a poco”.

Sin embargo, la profesional destaca la importancia de que la inclusión forme parte de una mirada integral, que involucre todos los procesos: “Si tenés empleados con discapacidad, los tenés que incluir en la planificación de cada proceso, porque si no tenés que deshacer y volver a hacer. Entonces hay que pensar en lo que es el concepto de inversión a largo plazo versus costo: si no lo hacés bien de entrada, después te sale más caro” explica.

En ese sentido, propone el involucramiento de las mismas personas con discapacidad en la planificación de los proyectos: “Lo primero de todo es escuchar. Cuando uno no escucha al otro es porque piensa que no tiene nada importante para decirnos. Cuando no querés escuchar a una persona con discapacidad intelectual es porque pensás que lo único que va a decirte es una tontería. Y eso es lo que hay que cambiar para la vida: esa persona sí puede decirte algo interesante, algo que te cambie” sostiene y concluye: “No pensés fuera de la caja, contratá diversidad. La diversidad es apelar a la creatividad propia”.