Cultura Diversa: recomendación de febrero
Por Leonardo Hernández

Busco similar de Nicolás Artusi
Editorial Seix Barral
Este libro me transportó a los noventa, esos años en los que viví mi adolescencia robada, cuando ser quien somos no era tan sencillo, cuando la búsqueda de identidad y pertenencia tenía que darse en las sombras, en códigos que solo nosotros entendíamos, en espacios que eran refugios y trincheras a la vez. Formas de relacionarnos y de movernos en el mundo que habíamos naturalizado y que muchas veces ni poníamos en discusión. Hoy, en un momento en el que otra vez nos toca escuchar discursos que cuestionan nuestras vidas, nuestras familias, nuestras existencias, Busco similar no solo me devuelve a ese pasado, sino que me ayuda a recordar que, incluso en los tiempos más duros, siempre encontramos la manera de vivir, de amar, de construir comunidad. Y eso también es parte de nuestra memoria.
Sinopsis:
La primera novela de Nicolás Artusi se sitúa en la Buenos Aires de los años 90. Un hombre soltero se conecta con otros a través del correo de una revista o en la calle, siempre por la mano derecha. Para Gastón, recién salido de la adolescencia y apenas desembarcado en la vida solo en la ciudad, la aparición de un talentoso señor Ripley del conurbano supone el descubrimiento de un mundo nuevo: los teatros, los artistas, las cenas, pero también los boliches –que eran mucho más que boliches–, los baños, los túneles.
¿Por qué hay que leerlo?
Porque Busco Similar no es solo una historia de encuentros y desencuentros: es un testimonio de una época y una memoria compartida. Es una manera de recordar que, aunque los tiempos cambien, la necesidad de amor, de comunidad y de espacios seguros sigue siendo la misma. Porque hoy, cuando vuelven a cuestionarnos, este libro es una forma de reafirmarnos, de recuperar tanto los dolores como las alegrías de aquellos años y entender que la lucha nunca fue solo resistencia, sino también celebración de quienes somos.