Salidas Inclusivas: entornos accesibles para personas neurodivergentes
Por Fernando Villalba
Salidas Inclusivas es una organización que diseña y adapta entornos para facilitar la comprensión en personas con autismo, TDAH, dislexia, dificultades en el procesamiento sensorial y trastornos de la comunicación. Su trabajo se centra en dar herramientas para fomentar la autonomía e independencia de personas neurodivergentes. El testimonio es de Sandra Fariña, abogada con especialización en Derecho del Trabajo y Discapacidad, diplomada en Autismo y presidenta de Salidas Inclusivas.

¿Dónde está puesto el foco cuando se habla de discapacidades?El rol de Salidas Inclusivas en la vida de muchas niñeces y juventudes nos deja esa pregunta en los labios. Es lo que pasa cuando uno se encuentra con que la cultura, los viajes en transporte público y otros espacios de la vida diaria no son accesibles para todo el mundo. Pero Salidas Inclusivas se abre camino con recursos que apoyan a personas neurodivergentes: una función distendida de teatro, otra de cine, un menú con pictogramas en comercios, otra señalética para explicar cómo manejarse en un colectivo.
Todas ellas son adecuaciones y adaptaciones, cognitivas y sensoriales, que ya llamaron la atención de grandes empresas como Disney, Microsoft y Cinemark Hoyts, y que, por su buen recibimiento entre los usuarios, sigue sumando colaboradores.
Funciones distendidas y pictogramas, una adaptación necesaria
Sandra Fariña, presidenta de la organización y mamá de una nena con autismo, explica que estas funciones, sean de cine o de teatro, incorporan accesibilidad cognitiva a través de pictogramas validados por un grupo de adultos autistas.

“Los pictogramas son imágenes sencillas para las personas que necesitan de mayores apoyos”, puntualiza. Son un recurso de la comunicación aumentativa y alternativa (a la verbal)que ofrecen gratis en su sitio web “para todos los que quieran utilizarlo”. “Microsoft nos dona su nube para que el menú esté alojado en nuestra página, que también fue desarrollada con su apoyo. Así, los comercios que cuenten con una carta también pueden adaptarlo con pictogramas” explica.
Con ellos “se va trabajando y estimulando esta comunicación verbal. A veces se logra, a veces no, pero a través de ellos la persona puede aprender a comunicarse. En nuestro equipo está Mariana A. Aleñá, que es fonoaudióloga especializada en neurolingüística, y ella es la que dirige este sistema de comunicación mediante la accesibilidad cognitiva”.
De vuelta con las funciones distendidas, esas pegatinas se aplican en todo el espacio para que se pueda comprender el entorno, como en la “señalización de escaleras, de baños, de dónde se saca la entrada. Hacemos la secuencia de pasos explicando qué se hace en cada momento”, indica Sandra.
Adaptaciones para una experiencia sensorial accesible
Las adecuaciones sensoriales se enfocan en el sonido, disminuyendo su volumen, cuidando la saturación, o en la luz, “las aplicamos más tenues, y algunas recomendamos evitarlas, como las robóticas; por lo general, a personas con sensibilidad puede llegar a entorpecerlas. También dejamos las salas con las luces encendidas, evitamos lugares oscuros”, ya que para muchas personas es la primera vez que visitan un cine o un teatro, y pueden experimentar miedo y dificultad para ubicarse. Además, en estas funciones está permitido pararse, correr, caminar, salir, volver a entrar, cambiarse de lugar, “lo que necesiten”.
“También armamos un espacio de calma, de descanso o de regulación sensorial” que son zonas donde los estímulos se ven reducidos, con asientos cómodos y kits sensoriales para regularse. Por supuesto, si es una obra de teatro, también se hace una capacitación a los actores. Por ejemplo, se recomiendan modificaciones cuando son muy extensas o hay mucho texto, o los recursos que se utilizan no son los adecuados.
Buenas prácticas de empresas: es por acá
Respecto al feedback que reciben de las empresas, Sandra recuerda que Disney fue pionera en las funciones distendidas, y que donó los pictogramas creados para que cualquier empresa pueda usarlas. También destaca a Diego Topa, con quien trabajan hace años y, de su iniciativa, buscan llevar las funciones distendidas al interior del país. “Si uno se involucra realmente, eso se puede replicar en otros momentos y llegar a mucha más gente”, resalta.
Otro evento del que participaron fue uno de La Caja Seguros, quienes acudieron a Salidas Inclusivas para resolver la adaptación del espacio, buscando que fuera accesible y seguro para los hijos con discapacidad de los empleados. “Era un evento que requería de mucho estímulo, ruido, luces, y vieron que los niños se divertían, pero que no todos participaban, así que nos convocaron para ver cómo podíamos incluir a los hijos de todos”, relata.
“A nosotras nos convocan para entregar algo de valor que quede para todos, y eso es la accesibilidad. Cuando vamos a un teatro y damos estas adecuaciones y hacemos las historias sociales (una anticipación hecha con pictogramas que desarrolla en qué consiste la actividad), nos encantaría que queden para todas las funciones. Además, no solo favorecen a personas neurodivergentes, también favorecen a personas mayores, a extranjeros, incluso también a personas que no leen o a niños”, señala.
Trabajo por hacer hay mucho, y Sandra afirma que, definitivamente, falta desarrollar la accesibilidad universal, que, explica, “consta de tres patas: la accesibilidad física, la sensorial y la cognitiva”. Y la cognitiva “falta en todos lados, en escuelas, hospitales, transporte público…”. Cuando se habla de discapacidad, el foco sigue estando, en general, en la persona, como si fuera ella la que tiene barreras, en lugar de cuestionar si el entorno está preparado para incluirla.
El trabajo de Salidas Inclusivas nos invita a repensar esas primeras experiencias que resultaron fallidas, esas segundas veces que ya no sucedieron, y todas las oportunidades que aún no están garantizadas. Si hay una verdadera falta, es la de herramientas y condiciones estructurales que permitan que las personas con discapacidad puedan ejercer su autonomía e integrarse plenamente en la vida cotidiana.