Sostenibilidad e inclusión: una dupla inseparable para el futuro empresarial

Por Emilio Maldonado, Director de Pride Connection Chile

En el mundo empresarial actual, no se puede hablar de sostenibilidad sin integrar la inclusión en el núcleo de la estrategia corporativa. La sostenibilidad va mucho más allá de las prácticas medioambientales; implica crear entornos laborales seguros y acogedores para todos los colaboradores, especialmente para las personas de ciertos colectivos como migrantes, personas con discapacidad, comunidad LGBTI+, entre otras. Una empresa no puede considerarse verdaderamente sostenible si no promueve activamente políticas inclusivas que permitan la participación equitativa de todos los talentos, independientemente de su orientación sexual, expresión o identidad de género.

Durante los ocho años de existencia de Pride Connection, principal red de empresas en el país que promueve la inserción de talento diverso en los espacios laborales, hemos observado que aquellas empresas que buscan mantenerse relevantes e innovadoras a lo largo del tiempo han comprendido la importancia de incluir a todo tipo de talentos. Esta inclusión no solo les permite atraer y retener a los mejores profesionales, sino que también amplía su red de proveedores y clientes, generando un impacto positivo en todas las esferas de incumbencia de la organización.


Para lograr un proceso de inclusión con efectos positivos en la sostenibilidad de una empresa es vital contar con el compromiso firme de la alta dirección. Este compromiso debe traducirse en una hoja de ruta clara, que defina cómo la organización quiere posicionarse: ¿quiere ser vista como un lugar atractivo para el talento diverso? ¿O como un ejemplo de inclusión en su sector? Esta hoja de ruta debe incluir desde la declaración inicial de intenciones hasta la implementación de políticas de diversidad, programas de capacitación, y la creación de comités de diversidad e inclusión que sostengan estas iniciativas a lo largo del tiempo.


El éxito de estas estrategias no solo depende de su diseño, sino también de su ejecución. Las acciones deben estar respaldadas por recursos financieros y humanos suficientes, y ser medibles a través de indicadores clave de rendimiento (KPI) y encuestas de clima organizacional. De esta manera, se podrá evaluar si la empresa está realmente avanzando hacia la creación de un entorno inclusivo.


Al reflexionar sobre los primeros años de Pride Connection, recordamos los desafíos iniciales de impulsar la inclusión LGBTI+ en empresas que, hasta ese momento, no habían abordado el tema. Encontramos resistencias, dudas sobre la necesidad de estas políticas, y preocupaciones sobre la incomodidad que podrían generar entre los empleados. A lo largo del tiempo, estas barreras han disminuido, pero hoy enfrentamos un nuevo reto: el agotamiento. Tanto a nivel gerencial como entre los colaboradores, existe la percepción de que las iniciativas de diversidad y equidad se han vuelto repetitivas y, en algunos casos, agotadoras.

El desafío actual radica en renovar y revitalizar el enfoque hacia la inclusión, buscando formas novedosas y atractivas de comunicar y ejecutar estas políticas. Es crucial diseñar acciones lúdicas e interactivas que involucren a toda la organización, superando el cansancio y manteniendo el compromiso con la diversidad.


El anterior no es un dato menor. Las empresas tienen un rol fundamental en esta transformación. Mientras sigan existiendo altos niveles de discriminación y violencia hacia la comunidad LGBTI+, las organizaciones deberán ser parte del camino hacia un entorno más justo y equitativo, contribuyendo así al desarrollo sostenible no solo de la empresa, sino de la sociedad en su conjunto.