Premios FLOR: “No se trata solo de ganar, sino de sumar a un movimiento que promueve liderazgos transformadores”

Silvio Dalbuoni, director ejecutivo de Potenciar e integrante del jurado de los Premios FLOR, destaca la rigurosidad del proceso de evaluación, y el valor de postularse: “En un contexto donde los discursos de odio y de exclusión ganan terreno, los Premios FLOR no solo reconocen a quienes promueven liderazgos más inclusivos, sino que consolidan la construcción de espacios donde todas las personas puedan ser, reconocerse, encontrarse y desarrollarse plenamente”.

– ¿Cómo describirías el proceso como jurado de los Premios FLOR?

El proceso es riguroso, transparente, enriquecedor y profundamente colaborativo. Cada integrante del jurado recibe las postulaciones admitidas tras una revisión técnica preliminar y luego de analizarlas de forma individual, debatimos y definimos por consenso quiénes recibirán el reconocimiento. Ponemos especial énfasis en identificar prácticas genuinas, relevantes y, sobre todo, transformadoras. Buscamos evidencias concretas de impacto, entendiendo impacto como la capacidad de generar cambios reales en materia de diversidad, equidad e inclusión que puedan atribuirse, de manera muy concreta, al accionar de las organizaciones que se postulan desde una perspectiva de largo plazo.

 – ¿Qué mecanismos utilizan para evitar el washing y garantizar un compromiso real?

La Fundación FLOR ha acumulado experiencia muy valiosa a partir de su propia trayectoria y participación en diversos espacios relacionados con la agenda de DEI además de información contextualizada a lo largo de 10 ediciones del Premio. Recibir y evaluar cientos de postulaciones, ha permitido identificar tendencias, desafíos sectoriales y buenas prácticas y también experiencias que puedan resultar superficiales, espasmódicas, insuficientes o cosméticas.

Desde esta perspectiva, no se premian buenas intenciones sino trayectorias organizacionales que hayan demostrado compromiso e impacto transversal y sostenido en el tiempo. Un compromiso auténtico con la diversidad, la equidad y la inclusión se refleja tanto en la cultura interna de las organizaciones como en la forma en que se relacionan con su entorno, en perspectiva de mediano y largo plazo. No se trata solo de cómo se ve la organización por fuera, sino de cómo se habita y se construye por dentro y cuán sostenibles e incrementales son los compromisos asumidos.

– ¿Qué rol creés que juegan los Premios FLOR en este contexto adverso para la diversidad, equidad e inclusión?

En un contexto donde los discursos de odio y de exclusión ganan terreno, los Premios FLOR no solo reconocen y visibilizan, de manera individual, a quienes promueven liderazgos más diversos e inclusivos, sino que consolidan una propuesta poderosa tendiente a redoblar esfuerzos para continuar trabajando juntos, abriendo puertas, y construyendo espacios de pertenencia y de colaboración donde todas las personas puedan ser, reconocerse, encontrarse y desarrollarse plenamente.

La agenda de DEI, lejos de ser un obstáculo, es una fuente de fortaleza y sentido compartido. En tiempos de retrocesos y polarización, los Premios FLOR apuestan a su narrativa original: una que inspira, conecta y demuestra que otro tipo de liderazgo -más humano, más diverso, respetuoso, comprometido y más valiente- no solo es posible, sino urgente e imprescindible.

 – ¿Qué mensaje les darías a quienes están considerando postularse a los próximos Premios FLOR?

Les diría que se animen. El proceso de postulación ya es, en sí mismo, una oportunidad de reflexión interna, de poner en valor el recorrido y de identificar oportunidades de mejora. Presentarse es también una manera de reconocer y agradecer a los equipos que impulsa estos cambios hacia dentro de las organizaciones o en sus programas de DEI en beneficio del entorno y de sus grupos de interesa. No se trata solo de ganar, sino de compartir aprendizajes, conectarse con una comunidad comprometida y sumar a un movimiento que promueve liderazgos más humanos, justos y transformadores.

– ¿Y a aquellas organizaciones que todavía dudan en postularse? ¿Qué beneficios creés que tiene participar, más allá de la posibilidad de ganar?

Muchas veces las organizaciones dudan porque sienten que aún «no están listas». Sabemos que existen varios «caminos» para generar impacto, cambios relevantes, profundos y sostenibles en materia de DEI. Sabemos que el contexto, a veces habilita y potencia y a veces complejiza, desafía y limita (como ahora). Sabemos que es necesario invertir tiempo y recursos, accionar, aprender, evaluar y comunicar resultados y que no todas las organizaciones están en el mismo estadio, o tienen las mismas posibilidades, capacidades y/o recursos para obtener un puntaje que las destaque por sobre otras.

Participar del premio permite trazar un camino a recorrer, identificar el punto de partida, reconocer avances, recibir devolución externa, posicionar el compromiso institucional y fortalecer la cultura organizacional. Además, los premios ofrecen visibilidad, legitimidad y redes que trascienden ampliamente el reconocimiento formal e individual en pos de un posicionamiento y un compromiso colectivo en torno a la agenda DEI.