Hacer visible lo invisible: Grow lanzó una Guía práctica de micromachismos

Los micromachismos son conductas, comentarios o actitudes sutiles que reproducen desigualdades de género y generan un fuerte impacto en quienes las reciben. A veces disfrazados de chistes o elogios, otras de “sentido común”, están tan naturalizados que suelen pasar inadvertidos. “Justamente su naturaleza, que se expresa de manera verbal y no verbal, es lo que hace muy difícil que los identifiquemos como agresiones. Sin embargo lo son, y pueden afectar nuestra salud y convertirse en un problema mayor”, explica Georgina Sticco -Directora y co-fundadora de Grow-género y trabajo.

Para visibilizarlos y combatirlos, Sticco escribió la Guía práctica de micromachismos: para reconocer y no morir en el intento”, que presentó junto al equipo de Grow en el Centro Cultural de España en Buenos Aires. “Fue un evento distinto, lúdico y profundamente reflexivo -señala-, Lo organizamos con la convicción de que se puede hablar de temas serios de otra manera: con humor, cercanía y complicidad”.

Para aprender, ejercitar y compartir

Ilustrada por Lucila Bonardi, la guía fue pensada para el ámbito laboral, pero puede aplicarse en cualquier espacio de la vida cotidiana. “No es un libro para leer una sola vez: es un recurso para volver, ejercitar con las consignas (al final) y compartir”, subraya Sticco.

Entre los micromachismos que aparecen en el libro a modo de ejemplo se encuentran “Tic Tac maternidad” (suponer que toda mujer en edad reproductiva está por ser madre, y tomar decisiones laborales en base a eso); “Tareas feminizadas” (asignar siempre a las mujeres roles de soporte como organizar reuniones, tomar notas o preparar café); “Mansplaining” (explicar de manera condescendiente a una mujer sobre un tema del que es experta); “Belleza mata CV” (valorar la apariencia antes que la trayectoria profesional); y “Varonanel” (paneles, jurados o eventos integrados exclusivamente por hombres).

Presentación participativa

Durante la presentación, Georgina compartió cómo surgió la idea y cómo desde Grow- género y trabajo vieron la necesidad de nombrar comportamientos que están naturalizados en el espacio de trabajo. Lucila, en tanto, contó sobre el proceso creativo y que las ilustraciones no buscan ser literales, sino traducir conceptos en imágenes que nos invitan a repensar lo que naturalizamos.

El encuentro sumó además la participación de Damián “Popochi” Muñoz y referentes como Lucho Fabbri (Coordinador de Masculinidades), Azul Picón (Coordinadora de Violencias) y Mercedes Viglino, Employer Branding & DEI Specialist en Prisma, quien relató cómo abordan esta temática dentro de la empresa.

La mañana tuvo su toque especial con una dinámica de tarot: cada participante eligió una carta que representaba un micromachismo y compartió experiencias personales a partir de esa imagen. “Fue un momento potente y participativo, donde lo simbólico abrió la puerta a lo íntimo”, describe Sticco.

Una herramienta para la acción

El mayor desafío está en reconocer estas prácticas. La guía propone justamente nombrarlas: cuando se visibiliza un micromachismo, se desenmascara el mensaje que transmite y se abre la puerta a cambiar la conducta. “Con humor, ilustración y reflexión colectiva, buscamos hacer visible lo invisible. Porque nombrar los micromachismos es el primer paso para transformarlos”, afirma Sticco.

Más allá de describir situaciones, cada capítulo ofrece alternativas para reaccionar, ya sea cuando recibimos el comentario, cuando lo escuchamos hacia otra persona o incluso cuando lo reproducimos sin darnos cuenta. Al final de todo, el libro propone distintos ejercicios con situaciones para poner en práctica lo aprendido.

La Guía práctica de micromachismos está disponible de forma gratuita y busca convertirse en un recurso clave para empresas, organizaciones y cualquier persona interesada en detectar y desarmar estas formas sutiles de violencia. Puede descargarse aquí.